Los servicios de los ecosistemas son todos los beneficios que la sociedad recibe de la naturaleza. Hay algunos servicios que son materiales, como la madera, productos silvestres como setas, los cultivos agrícolas o el agua.
Hay otros servicios no materiales o más difíciles de medir, como la generación de aire limpio y tierra fértil, depuración de contaminación en los ríos, protección frente a fenómenos naturales (reducción del riesgo de inundaciones, etc.).
Y hay un tercer tipo de servicio que se llaman culturales: por ejemplo, ecosistemas con alto valor estético que atraigan turismo rural para disfrutar de la naturaleza, para generar conocimiento científico, etc.
Algunos son más fáciles de medir y de ponerles precio, y estos suelen incluirse en los cálculos económicos; pero para otros servicios es más difícil, y lo que hace la economía habitualmente es ignorarlos completamente. Esta es una de las razones del deterioro ambiental actual: como no se tienen en cuenta en los cálculos, no se contempla los costes de su deterioro. Otra razón es que no se tiene en cuenta que se pueden acabar (como por ejemplo el agua de un río o la tierra fértil) y que no se pueden sustituir por otros bienes (el oxígeno no se puede sustituir con trabajo o con dinero).
Entre otras razones, las anteriores tienen parte de la culpa de que habitualmente nos sintamos desconectados de la naturaleza, y de que olvidemos que dependemos de ella totalmente para vivir (para respirar, para tener agua potable, para tener suelos fértiles que nos aporten comida y ropa, para tener muebles y papel… en definitiva, para tener todo lo que tenemos!).
La gente que vive en zonas rurales tiene mayor contacto con la naturaleza y la gente que vive de la agricultura tiene una mayor conciencia de nuestra dependencia de la naturaleza. En países más pobres que España, la dependencia de los servicios que proporcionan los ecosistemas a los habitantes rurales es muchas veces más directa. Por ejemplo, muchas familias agricultoras de Mozambique construyen sus casas con troncos de árboles que ellas mismas talan en los bosques cercanos, fabrican los tejados con hierbas altas que recogen, y la carne que comen es la que cazan.
Desde hace dos décadas los científicos llevan investigando los servicios de los ecosistemas, como medirlos, y diferentes formas de incorporar su importancia a la hora de tomar decisiones. El equipo de ICATALIST ha participado en diferentes proyectos de investigación sobre esta materia, lo que nos da una experiencia y conocimiento muy útiles para abordar problemas de gestión de la naturaleza como hacemos en el proyecto ADAPFARM.